jueves, 28 de septiembre de 2017

LA FLACIDEZ FACIAL Y CORPORAL

La piel es un órgano compuesto por células y fibras que cumplen distintas funciones.
Está constituida por tres capas sucesivas: la epidermis y la capa cornea es la más superficial, la dermis es la capa intermedia y la hipodermis que es la más profunda. Cada una de ellas cumple una función diferente. Son barreras protectoras de los agentes externos. 
La epidermis y la capa cornea retienen la hidratación y permiten que esta circule eficazmente, son las que forman la barrera protectora de la piel. La dermis almacena la hidratación y es la responsable de la firmeza y la hidratación de la piel y la hipodermis que es la capa más profunda de la piel, contribuye para el equilibrio de la temperatura corporal y es donde llegan los efectos de nuestra alimentación. 
En la dermis es donde se encuentran las fibras de colágeno y la elastina. 
Las fibras de colágeno hacen la piel resistente y la elastina son las que favorecen la firmeza.
La flacidez es la pérdida del tono o tersura de la piel y hay que diferenciar la flacidez cutánea de la flacidez muscular, que si bien pueden aparecer juntas, no siempre es así.
La flacidez es uno de los signos más visibles del envejecimiento pero también hay otros factores como es el fotoenvejecimiento que es la influencia negativa del sol sobre la piel. La radiación solar acelera la oxidación celular.
Otros factores que producen flacidez cutánea y/o muscular son:
El tabaco: empeora la circulación sanguínea y se acelera el envejecimiento de la piel.
Las dietas pobres en proteínas ya que es imprescindible un correcto aporte de aminoácidos para los músculos y la piel.
La predisposición genética, la hiperlaxitud es buena para los gimnastas pero a la larga va generando diversos problemas, entre ellos la flacidez.
Dentro de los fármacos, los corticoides generan flacidez y las enfermedades del colágeno de la piel también pueden generarla.
La pérdida de peso si este ha ido acompañdo de un elevado IMC del tipo obesidad u obesidad mórbida y cuando se han realizado dietas con bajo aporte proteico. 

¿Cómo podemos tratar o evitar la flacidez?
Es muy aconsejable la realización de ejercicio físico y alternativas como la gimnasia pasiva y la plataforma vibratoria son buenas opciones también para controlarla.
Las dietas de aporte proteico cuando necesitamos someternos a un control alimentario para la pérdida de peso son la mejor opción, ya que al aumentar el consumo de proteínas alimentamos o aportamos al músculo masa magra generando la eliminación de masa grasa.
Los productos antioxidantes presentes en multitud de alimentos naturales de origen vegetal (beta-carotenos, luteína, licopeno, selenio, vitamina A-retinol-, vitamina C y vitamina E). 
Dentro del ámbito de la Medicina Estética para el tratamiento de la flacidez empleamos técnicas como el Láser Fraccionado o Fraxel, la Radiofrecuencia, la Carboxiterapia o el Retensor Cutáneo (fórmula magistral) técnicas que estimulan la producción de colágeno y elastina, si bien, el Láser Fraxel o Fraccionado es de efectos más visible y duraderos pero es importante diferenciar si lo que queremos es tratar o prevenir la flacidez en el rostro o en el resto del cuerpo pues dependiendo de las zonas a tratar los tratamientos idóneos son diferentes. 
En la Clínica Barrachina www.clinicalaserbarrachina.com podemos asesorarte tanto para mantener a raya la flacidez como para tratarla en caso de que ya haya aparecido. 

Escrito por Wanda Cogollos (Directora Clínica Barrachina)

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